La narrativa de la responsabilidad o el arte de dar pronto las malas noticias
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Un gran desafío para el nuevo presidente: tomar las decisiones simbólicas necesarias que mantengan el idilio con su electorado, pero al mismo tiempo tender puentes de diálogo que necesitará para hacer reformas profundas En la noche del triunfo electoral de Javier Milei vimos dos imágenes de una nueva narrativa. La primera la generó el propio presidente electo, con una escenografía distinta. Lejos de la fotografía partidaria del peronismo o del radicalismo en las noches electorales, lejos de la alegría pueril de los globos amarillos del PRO, los signos de Milei fueron un escudo institucional estilo presidencia norteamericana y una solemne soledad. La otra imagen fue una escena fugaz: militantes libertarios, ultras o ultralibertarios, sea cual sea la denominación preferida, celebrando en el entorno del Obelisco y, a la japonesa, levantando papeles del suelo, limpiando la calle tras la fiesta de su triunfo. Eran chicos jóvenes, parte de la nueva generación que ...