Los vecinos de la calle Nueve York, símbolo de la industria de la carne y corazón del peronismo, esperan el desenlace electoral sin hacerse muchas ilusiones Llega el alivio. Faltan horas para la segunda vuelta de las elecciones en Argentina y después de una campaña de 300 días, miles de carteles, decenas de frases hechas, paupérrimas propuestas y una buena dosis de agresividad, la única certidumbre de los argentinos ahora mismo es que, al fin, esto se termina, gane quien gane. También hay expectativa. Como en todo el país, en esta calle diminuta de Berisso, sur industrial de Buenos Aires, bautizada “Nueva York” como si fuera una declaración de aspiraciones, los vecinos esperan que algo pase. Una esperanza moderada, es cierto. No es esa clase de pasión que te estremece cuando tus jugadores favoritos son los que están en la cancha. Esto es lo que hay y Drexler nos recuerda que “no se va a poner mucho mejor”. Calle Nueva York, tiendas olvidadas Como la manta del vendedor, sobre los ...
Comentarios
Publicar un comentario