ARGENTINA NOSTRA

En la fachada del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en Buenos Aires, conocido como edificio Evita, en la ancha y alguna vez esplendorosa avenida 9 de julio, hay una estatua peculiar. Puede observarse perfectamente desde la calle. Pero lo cierto es que pocos reparan en ella. Medirá unos 10 metros de alto. Estilo Art Decó, ejemplar de los años 30, cierto toque fascista. La estatua muestra una figura imponente. En su mano izquierda sostiene un cofre mientras que la derecha extiende la palma hacia atrás, a la egipcia digamos: brazo pegado al cuerpo, mirada distraída, posición de propina. Sí, es el monumento al soborno. En la jerga local, la coima . Posiblemente no se encuentre en ninguna parte del planeta. Y, seguro, resume como pocos monumentos en el país una de las esencias nacionales. Y uno de sus dramas. La leyenda urbana, corroborada por arquitectos e historiadores, dice que el arquitecto José Hortal, padre del edificio y víctima de la Argentina canalla,...